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Enfermedad inflamatoria intestinal en perros y gatos: Comprensión, diagnóstico y tratamiento

Perro triste

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una afección crónica que afecta al tracto gastrointestinal (GI) de perros y gatos. Caracterizada por una inflamación persistente, la EII puede causar una serie de síntomas molestos y debilitantes. Entender esta enfermedad, sus causas, métodos de diagnóstico y estrategias de tratamiento es crucial para que los propietarios de mascotas se aseguren de que sus compañeros peludos lleven una vida cómoda y saludable.

Hay que tener en cuenta que la EII puede confundirse con el síndrome del intestino irritable (SII). En realidad, el SII es una enfermedad distinta que tiene un plan de tratamiento diferente.

¿Qué es la enfermedad inflamatoria intestinal?

¿Qué es la EII?

La enfermedad inflamatoria intestinal no es una única enfermedad, sino un grupo de trastornos caracterizados por la inflamación crónica del tracto gastrointestinal. En perros y gatos, esta inflamación puede afectar a distintas partes del tracto gastrointestinal, como el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso. La inflamación altera la absorción normal de nutrientes, lo que provoca diversos síntomas gastrointestinales.

Causas de la EII

La causa exacta de la EII no se conoce bien, pero se cree que es el resultado de una respuesta inmunitaria anormal a las bacterias intestinales, los antígenos alimentarios u otras sustancias presentes en el tracto gastrointestinal. Varios factores pueden contribuir a esta respuesta inmunitaria anormal, entre ellos

  • La genética: Ciertas razas son más propensas a desarrollar EII, lo que sugiere una predisposición genética.
  • La dieta: Las alergias o intolerancias alimentarias pueden desencadenar la EII. Las proteínas, los aditivos alimentarios y otros ingredientes pueden provocar una respuesta inmunitaria.
  • Desequilibrio microbiano: Un desequilibrio en la flora intestinal normal puede contribuir al desarrollo de la EII.
  • Desregulación del sistema inmunitario: Una respuesta inmunitaria hiperactiva al contenido intestinal normal puede provocar una inflamación crónica.

Razas de riesgo

Aunque la EII puede afectar a cualquier perro o gato, algunas razas son más susceptibles. En el caso de los perros, razas como los pastores alemanes, los bóxers y los basenjis presentan un mayor riesgo. Los gatos, en particular los siameses y otros gatos de raza pura, también pueden tener una mayor predisposición a la EII.

Síntomas de la EII

Los síntomas de la EII en perros y gatos pueden variar en función de la gravedad y la localización de la inflamación. Los signos más comunes son

Perros

  • Diarrea crónica: A menudo intermitente y puede contener moco o sangre.
  • Vómitos: Los vómitos frecuentes son un síntoma común, particularmente si el estómago está afectado.
  • Pérdida de peso: A pesar de tener un apetito normal o aumentado, los perros pueden perder peso.
  • Dolor abdominal: Los perros pueden mostrar signos de malestar, como quejarse o adoptar una postura encorvada.
  • Letargo: Una disminución general de los niveles de actividad y entusiasmo.

Gatos

  • Diarrea crónica: Al igual que los perros, los gatos pueden presentar diarrea intermitente con mucosidad o sangre.
  • Vómitos: Vómitos frecuentes, a menudo con bolas de pelo o comida.
  • Pérdida de pes: La pérdida de peso a pesar de un apetito normal es un indicador clave.
  • Cambios en el apetito: Algunos gatos pueden tener un apetito aumentado o disminuido.
  • Mal estado del pelaje: Debido a la mala absorción de nutrientes, el pelaje puede parecer apagado y descuidado.

Diagnóstico de la EII

El diagnóstico de la EII implica una combinación de evaluación clínica, pruebas de laboratorio, diagnóstico por imagen y, en ocasiones, biopsia.

Evaluación clínica

Como veterinario, comenzaremos con una anamnesis y una exploración física exhaustivas. Preguntaremos sobre la duración y frecuencia de los síntomas, la dieta y cualquier tratamiento previo.

Pruebas de laboratorio

Los análisis de sangre pueden ayudar a descartar otras enfermedades y evaluar el estado general de salud de la mascota. Los exámenes fecales se realizan para descartar infecciones parasitarias. Los recuentos elevados de glóbulos blancos u otras anomalías pueden sugerir inflamación.

Imágenes

Las técnicas de imagen como la ecografía o las radiografías pueden proporcionar pruebas visuales de la inflamación del tracto gastrointestinal y ayudar a descartar otras causas de los síntomas, como tumores u obstrucciones.

Biopsia

El diagnóstico definitivo de la EII suele requerir una biopsia. La endoscopia o la cirugía pueden obtener muestras de tejido del tubo digestivo. Las muestras se examinan histológicamente para identificar el tipo y la extensión de la inflamación.

Tratamiento de la EII

El tratamiento de la EII en perros y gatos suele implicar una combinación de cambios en la dieta, medicación y cuidados de apoyo. El objetivo es reducir la inflamación, controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

Tratamiento dietético

Los cambios en la dieta son la piedra angular del tratamiento de la EII. Las opciones incluyen:

  • Dietas hipoalergénicas: Estas dietas utilizan nuevas fuentes de proteínas o proteínas hidrolizadas para minimizar las reacciones inmunitarias.
  • Dietas ricas en fibra: Para las mascotas con afectación del intestino grueso, las dietas ricas en fibra pueden ayudar a controlar la diarrea.
  • Dietas de prescripción: Las dietas veterinarias especializadas formuladas para la salud gastrointestinal pueden ser beneficiosas.

Medicamentos

A menudo se necesitan medicamentos para controlar la inflamación y los síntomas:

  • Medicamentos antiinflamatorios: Los corticosteroides, como la prednisona, se utilizan habitualmente para reducir la inflamación.
  • Fármacos inmunosupresore: En casos graves, pueden recetarse fármacos como la azatioprina o la ciclosporina.
  • Antibióticos: El metronidazol o la tilosina pueden ayudar a controlar el sobrecrecimiento bacteriano y las infecciones secundarias.
  • Probióticos: La suplementación con probióticos puede ayudar a restablecer una flora intestinal sana.

Cuidados de apoyo

Los cuidados de apoyo son esenciales para mantener la salud general de la mascota:

  • Fluidoterapia: Las mascotas con diarrea o vómitos severos pueden necesitar fluidoterapia para prevenir la deshidratación.
  • Suplementos nutricionales: Los suplementos como los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a reducir la inflamación y apoyar la salud intestinal.

Control y seguimiento

Las citas regulares de seguimiento con nosotros son cruciales para controlar la respuesta de su mascota al tratamiento y hacer los ajustes necesarios. Los análisis de sangre, los controles de peso y las evaluaciones clínicas ayudan a garantizar la eficacia del plan de tratamiento.

Conclusión

La enfermedad inflamatoria intestinal en perros y gatos es una enfermedad compleja que requiere un enfoque integral para el diagnóstico y el tratamiento. Comprendiendo las causas, reconociendo los síntomas y colaborando estrechamente con nosotros como veterinarios, ustedes, los propietarios de las mascotas, pueden tratar eficazmente la EII y mejorar la calidad de vida de sus mascotas. Con los cuidados y el tratamiento adecuados, muchas mascotas con EII pueden llevar una vida feliz y cómoda.

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